Dengue Clásico
Se caracteriza por que el paciente
presenta fiebre, la cual es de más de 38 ºC, puede estar acompañada de uno o
más de los siguientes signos o síntomas: dolor de cabeza de predominio frontal,
dolor muscular, dolor articular, náusea, vómito y erupción en la piel,
enrojecimiento de la faringe, conjuntivitis, dolor abdominal leve, náuseas,
vómito, diarrea.
La fiebre dura aproximadamente 5 días, durante los cuales también está el periodo de contagio.
Dengue Hemorrágico
Puede aparecer precedido o no de un
Dengue Clásico. En esta forma de Dengue también hay fiebre y malestar general,
se pueden presentar hemorragias, éstas pueden ser leves o intensas, externas o
internas.
Hay trastornos en la sangre y los líquidos corporales que pueden manifestarse como sangrado por alteraciones en la coagulación, observándose sangrado nasal, sangrado en las encías, vómito con sangre, aparición de moretones o enrojecimiento de la piel. Esta presentación del Dengue siempre deberá manejarse por un médico y generalmente en área hospitalaria, donde se valora si el manejo es ambulatorio u hospitalario.
¿Cómo evitar el Contagio?
Desafortunadamente aun no existe una vacuna contra el dengue, por lo que lo más importante es evitar que el mosquito nos pique y nos transmita la enfermedad. Con medidas muy sencillas pero efectivas podemos prevenir el contagio.
A continuación te mostramos las cuatro medidas básicas que puedes aplicar para evitar la propagación del dengue.
LAVA, con jabón y cloro recipientes como tinacos piletas, tanques y fuentes.
TAPA, todos los recipientes en los que almacenas agua, como bidones, cubetas, tinas y tinacos.
VOLTEA, botellas, latas, cubetas, tinas o cualquier objeto en el que se pueda acumular agua y que no estés utilizando.
TIRA, los objetos que no ocupas y que puedan contener agua, como los floreros de los panteones y otros recipientes que se acumulan en patios y azoteas. En el caso de las llantas inservibles, debes llevarlas a la maquina trituradora.